martes, 3 de noviembre de 2015

Mensaje Bíblico: Hibaile

El Dr. Agustin HIBAILE compartió el devocional de este martes por la mañana en el Encuentro Internacional de Charis. Aquí está su exposición.

Charis internacional 2015
Mensaje Bíblico 2: CILE, Bangkok el 3 de noviembre del 2015
Texto: 1 Timoteo 3:4-5 “que gobierne bien su propia casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda honestidad; porque el que no sabe gobernar su propia casa, ¿Cómo cuidará de la iglesia de Dios?”
Tema: saber dirigir su casa – Una prioridad del ministerio pastoral
Conferenciante: Dr. Agustín HIBAILE, fundador y director ejecutivo del Centro Internacional para el Desarrollo de la Ética del Liderazgo (CIDEL). Delegado de la República Centroafricana.

INTRODUCCION
El apóstol Pablo tuvo el cuidado de exponer al joven Pastor Timoteo la ética pastoral que debía gobernar la conducta, la actitud y el carácter de todo responsable de una iglesia.
  • Además de las calidades morales, de comportamiento y de gestión, el responsable espiritual debe dar un buen ejemplo de la dirección en su propia familia, el cual constituye un examen para evaluar su capacidad para dirigir la iglesia.
  • El tono que utiliza Pablo al dirigirse a los responsables de la Iglesia en ese capítulo tiene un acento de necesidad absoluta, “hay que”
  • La familia del pastor es un área prioritaria del ministerio cristiano que a menudo es descuidada por los “profesionales de la Iglesia” ;
  • Tener una visión clara de la excelencia del ministerio pastoral que no ambiciona de manera sórdida el enriquecimiento (1 Ti 6:9-10), ni el honor efémero, es un factor de motivación y una fuente de bendición para la familia del pastor.
    Hay dos aspectos que Pablo presenta en la educación de la familia, de los cuales hay que subrayar la importancia: 1) la dirección de la familia, 2) la autoridad para tener a sus hijos en sujeción.

    I. DIRIGIR BIEN SU PROPIA CASA “El debe dirigir bien su propia casa”
  • La palabra ‘casa’ aquí hace referencia a la familia que ella incluye, el padre, la madre, los hijos y los bienes materiales;
  • Es en la familia que es forjado el carácter de los hijos y ella es el trampolín para entrar en la vida social, profesional, eclesiástica y ciudadana;
  • Los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos y no la Iglesia o las escuelas;
  • La Biblia da un lugar predominante a este arte (de dirigir) y enseña a los padres la filosofía de la educación a través de una vida de piadosa;
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La educación de los hijos debe tomar en cuenta todas las dimensiones de la persona humana: dimensión física, intelectual, moral y espiritual para hacer de los hijos buenos ciudadanos celestes, misioneros en la tierra.

“Dirigir” para un padre de familia es “gobernar a” o “ejercer su autoridad sobre” su propia casa, su propio hogar según las reglas y principios establecidos por Dios.
  • -  El pastor tiene autoridad sobre su familia y es responsable de rendir cuentas sobre la administración de esa familia;
  • -  El pastor sabe que el camino que deben seguir sus hijos es el camino del Señor, el que se encuentra en la biblia (Ef 6:4);
  • -  De manera que las instrucciones que deben darse a los hijos deben ser inspiradas por la palabra de Dios, que constituye la brújula moral en la vida del niño y continua siéndolo hasta su vejez (Pr 22:6).
    II. MANTENER A LOS HIJOS EN SUMISION “El tiene que mantener a sus hijos en obediencia y en una honestidad perfecta”.
    Para atraer a los hijos hacia la obediencia, es decir, a aceptar la autoridad de sus padres, la educación debe hacer hincapié en una vida de piedad. La imagen militar, de soldados que se alinean detrás de un superior y se someten a su autoridad en muestra de lealtad, sirve de metáfora para entender la influencia de una buena educación en la familia del pastor.
  • A los padres de las iglesias de Éfeso, Pablo les aconseja, que eduquen a sus hijos, no con una actitud irritable, sino educándolos, corrigiéndolos e instruyéndolos según el Señor (Ef 6:4);
  • Los hijos se desmoralizan y se irritan cuando los padres se comportan mal con ellos (Co 3:21);
  • Un hijo en estado de desobediencia hacia sus padres es vulnerable a la influencia del enemigo;
  • Del mismo modo que el Pastor en su ministerio busca a convertir las almas a Jesucristo, el debe también trabajar en ese sentido para llevar a sus propios hijos a reconocer sus pecados y a dar sus vidas a Jesucristo, como su Señor y Salvador personal;
  • Es más bonito reconocer a los hijos del anciano de la iglesia por su conducta irreprochable, como miembros y creyentes que viven una vida de fidelidad y de honestidad en Jesucristo (cf. Tito 1:6);
  • Este hecho revela la capacidad del anciano de dirigir a su familia a la salvación y a la santificación, como una capacidad esencial y favorable para la dirección de la Iglesia;
  • Los hijos son un riqueza que Dios ha dado a los padres y que hay que saber cuidar para cosechar los beneficios (cf. Ps 127:3-5).
Si un padre educa bien a sus hijos y ellos tienen éxito en su vida espiritual, en sus estudios y se vuelven responsables, esos hijos no serán más una carga, ni un tema de preocupación, de inquietud para la familia, porque cuidaran de ellos mismos y podrán en cambio velar por sus padres en su vejez.

Jay E. Adams dijo: “Hay mucha critica entre la gente a propósito del sufrimiento en las familias de ciertos pastores. No hay nada que pueda debilitar más a un pastor en su ministerio que un corazón que falta de comprensión en su propia familia.”
  • Muchos cursos de capacitación orientan a los Pastores, cada vez más, hacia la dirección de la Iglesia y no a hacia una mejor manera de vivir en familia. (Existe un enorme abismo entre el tiempo que se invierte en el ministerio pastoral de la iglesia y el tiempo que se invierte en la vida familiar del pastor);
  • Es en este contexto que la Sulamita, en el libro de Cantar de los Cantares 1:6, se queja diciendo: “...me hicieron guarda de las viñas, y mi viña, que era mía, no guarde."
  • La familia del Pastor debe ser protegida, con celo, de toda influencia y desvió externo, con la perspectiva de guardar su estabilidad y el ejemplo que debe dar al resto de la sociedad;
  • Hay que privilegiar los momentos de intimidad con su propia familia, organizando un culto familiar regularmente, por que el éxito del ministerio pastoral reside en el éxito y el triunfo de la familia del pastor (cf. Jo 24:15);
  • Cuando el diablo no puede alcanzar al Pastor, puede pasar a su esposa o a sus hijos. III. IMPOSIBLE DIRIGIR LA IGLESIA SIN EL EXITO DE LA FAMILIA
  • El éxito del liderazgo de la familia, otorga el éxito del liderazgo de la iglesia;
  • Los otros padres en la iglesia van a seguir el buen ejemplo del pastor, dirigiendo a sus
    propias familias porque es lo que aprenden del Pastor;
  • El fracaso del Pastor en la dirección y en la educación de sus hijos tendrá
    repercusiones en su función de Pastor en el seno de la iglesia;
  • Muchas familias serán influenciadas por el mal ejemplo de la vida de familia del
    Pastor. Es por eso que la responsabilidad del Pastor no es tan simple como se cree;
  • Las exigencias que este puesto requiere son una evaluación constante de sus progresos, con el fin de evaluar si su vida familiar inspira confianza a las otras familias
    o si ella representa un obstáculo para la independencia de esas familias.
    Hoy, satanás obra para impedir que los hijos vivan una vida piadosa. En los sistemas educativos seculares, en la música, en los pasatiempos, en las religiones y en otros espacios culturales, todo está planeado para alejar a los jóvenes de la fe en Dios, como cuando el Faraón trató de impedir que los niños de salir de Egipto con Moisés. (cf. Ex 10). ¿Qué decir de los masones y las otras religiones que tienen en mira a los jóvenes novicios en las grandes universidades del mundo con el fin de transformarlos en la élite mundial?

Y qué decir de los sitios web, en los cuales los vídeos pornográficos son accesibles a un gran número de jóvenes e incluso a adultos, que transforman las buenas costumbres y orientan hacia valores contrarios a la fe cristiana.

CONCLUCION
El liderazgo que nosotros constituimos en Charis Internacional, nos hace responsables de los diversos ámbitos de la Iglesia, del Cuerpo de Cristo. Cada uno de nosotros está sumergido en muchas responsabilidades que nos abaten y a veces nos impiden pasar un tiempo con nuestras familias.

Durante los diez primeros años en mi cargo como Director del Instituto Bíblico, viví una experiencia que iba a destruir mi ministerio. Guiado por una falsa imagen del ministerio cristiano, puse mucho empeño en el éxito de mis responsabilidades ante los maestros y los estudiantes, tanto que le di menos tiempo la intimidad con mi propia familia. Mi esposa me decía a menudo “tu oficina es tu segunda esposa”. Y a veces ella me reprochaba el haber transferido mi oficina sobre la cama, cuando yo descansaba leyendo un libro a su lado. Dios me convenció de lo contrario de mi idea sobre la excelencia en el ministerio, cuando un día el pasaje de 1 Timoteo 3:4-5, que estaba leyendo se dirigió a mí de una manera muy especial. Ese día, tome la decisión de hacer de ese pasaje una inscripción dedicada a mi nombre que puse sobre el muro de mi oficina, para acordarme que a partir de ese momento, debía poner a mi familia en al principio de mi lista cotidiana. Ese cambio pudo salvar a mi familia y mis hijos me dan apreciaciones positivas sobre las atenciones que ahora tengo hacia ellos.

Dejemos que la palabra de Dios renueve nuestra inteligencia para que lleguemos a comprender la trascendencia del mensaje de Dios para nosotros, nuestras familias y nuestro ministerio.

ORAR POR LOS HIJOS DE LOS RESPONSABLES DE LAS IGLESIAS
Antes de pasar al tiempo de oración para interceder por la intervención de Dios en las familias de los responsables de las Iglesias y de los cristianos en general, pero sobre todo de las nuestras en particular, tomemos un tiempo para leer los dos pasajes siguientes de manera individual, buscando los personajes, la época, el lugar de los acontecimientos y el mensaje de Dios para nosotros. Luego, oremos por los temas de los unos y de los otros con fe en que Dios intervendrá para ayudarnos a ejercer nuestra autoridad de la mejor manera en nuestras propias casas antes de hacerlo en la Iglesias.
  1. 1)  1 Samuel 2:12-17 – El ejemplo de la educación de los hijos por el Sumo Sacerdote Eli.
  2. 2)  Job 1:1-5 – El ejemplo de la preocupación de Job por sus hijos.

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